Sueño surrealista en Burning Man

 

 

En el estado de Nevada, sobre una gran llanura en mitad del desierto, se celebra el festival más surrealista y asombroso del planeta llamado Burning Man.

Bajo un sol de justicia, azotada por el viento y las tormentas de arena, durante una semana al año éste lugar es invadido por una ciudad efímera que surge de la nada.

Por segundo año consecutivo tuve la oportunidad de volver a disfrutar de éste gran evento, experimentando y conociendo de forma intensa las actitudes y valores de mi mundo interior. Contribuyendo con mi expresión individual a formar parte de una comunidad con la que puede llegar a crearse fuertes vínculos.

 

 

 

 

 

 

 

Como cualquier burner (nombre que se le da a los participantes del festival) uno comienza a prepararse meses antes de su celebración. Física y mentalmente nos preparamos para vivir una especie de sueño surrealista del que quizás cuando volvamos cueste despertar.

A veces, esto puede suponer sufrir un gran impacto en nosotros cambiando nuestra forma de ser o pensar, sobrecogiéndonos al observar la magnitud con la que el festival ha calado en nuestra psique

Resulta difícil encontrar la forma de definir este evento. Una experiencia mística de inigualables fantasías y pensamientos compartidos con personas a las cuales no has visto en tu vida te sorprende. Tu vivencia se convierte en una nueva forma de ver la vida.

Descubrir la gran variedad de personas y sensaciones que el festival ofrece, nos hace abrir la mente y observar como cada persona aprovecha la oportunidad de disfrazar o expone de una forma casi paranormal lo que en la vida real le gustaría experimentar. Una oportunidad única se presenta con la intención de sacar hacia fuera todas aquellas fantasías reprimidas.

 

Burning Man es para algunos un experimento social, una nueva forma de vida. Es como un espejismo que convierte los sueños en realidad, una especie de ficción transformada en efectividad.

Cada año es distinto, único y sorprendente. Pero siempre hay una cosa que no podemos dejar de hacer, aprender implicándonos de una manera activa con el resto de los individuos y sacar lo mejor de esta gran cultura.

Éste es un festival para aquellos que gravitan hacia lo psicodélico, lo paranormal, lo raro y lo desconocido, pero sobretodo para los que caminan al lado de lo espiritual.  

Por muchos Burning Man más !!